¿Qué es más barato, pintar o poner papel tapiz?
No es una elección sencilla y necesita varios aspectos a considerar antes de inclinarse por una u otra opción, no solo el costo.
Las renovaciones en nuestro hogar implican planificación y buenas decisiones, con el objetivo primordial de darles una nueva vida a los espacios cotidianos. A menudo, al querer renovar las paredes, nos encontramos en la disyuntiva entre pintar o recurrir al empapelado. Pero, ¿cuál es la mejor opción?
La arquitecta Valeria Damiani, jefa de Personalización de la desarrolladora Spazios, asegura que la respuesta no es sencilla, ya que cada opción implica un balance distinto entre presupuesto, durabilidad, estilo y el trabajo de instalación. Es fundamental tener en cuenta factores clave que impactarán en el presupuesto, el tiempo de obra y la calidad del resultado final. Entre estos, el estado de la pared es primordial. Si requiere reparaciones, enduido o revoque fino, los costos y el tiempo de preparación aumentarán, especialmente en el caso de la pintura.
Otro punto a considerar son los materiales. Las pinturas tienen una amplia gama de precios según su calidad y función (lavables, antihumedad, antimoho), lo que permite ajustar el presupuesto. En cambio, el papel tapiz varía en precio según el diseño, la textura y si es nacional o importado, siendo este último más costoso. También hay que tener en cuenta la mano de obra; por ejemplo, la colocación de papel exige mayor precisión y especialización que la pintura, lo que se reflejará en un costo total significativo por m² sin materiales. Finalmente, entran en juego la durabilidad y el estilo: el papel ofrece acabados más decorativos y una mayor vida útil, mientras que la pintura es más flexible y económica para cambios frecuentes de color o estilo.
La pintura de paredes se puede hacer uno mismo, mientras que la colocación de empapelados requiere de mucha prolijidad y profesionalismo. Damiani sostiene que la pintura es la herramienta por excelencia cuando se busca simplicidad y adaptabilidad. Su flexibilidad cromática permite una paleta de color ilimitada, ideal para espacios donde se prevén cambios de color frecuentes sin una inversión estructural. Además, a través de preparaciones como el enduido, puede ser una solución eficaz para homogenizar paredes con pequeñas irregularidades, aunque esto requiere un proceso invasivo de lijado y varias manos de pintura, lo que puede afectar el presupuesto de mano de obra. Su mantenimiento es sencillo, pero tiene una durabilidad limitada, ya que una pintura óptima dura solo de dos a tres años, lo que exige repintados periódicos.
En cambio, la arquitecta advierte que el papel tapiz se elige cuando la prioridad es la durabilidad y la profundidad estética que se le quiere dar al espacio. El papel tapiz tiene un impacto visual significativo y es insustituible para crear efectos texturados, patrones geométricos y riqueza visual que elevan el diseño de cualquier ambiente. Es la herramienta preferida para crear paredes protagonistas.
Damiani sostiene que, si se piensa en realizar un trabajo de pintura para un dormitorio de 20 m², con mano de obra y materiales incluidos, la inversión estimada es de entre $310.000 y $450.000 para dos manos de pintura lavable. En cambio, el empapelado para ese mismo espacio se eleva a $538.984 si se elige uno de origen nacional y a $650.992 si se elige uno importado.
“La decisión final en un proyecto de calidad no se basa solo en el costo inicial, sino en el retorno de la inversión en diseño y durabilidad”, aclara la especialista. Si el objetivo es la máxima durabilidad, un diseño decorativo y minimizar las molestias de obra a lo largo de una década, el papel tapiz es la opción más rentable a largo plazo. El costo de repintar un ambiente tres veces en 10 años puede superar ampliamente la inversión inicial del empapelado.
Por último, se sugiere utilizar papel tapiz para destacar áreas focales, elevando el carácter y la personalidad del espacio, mientras que la pintura se reserva para áreas que requieran mayor adaptabilidad y un costo inicial más bajo.
Una alternativa viable es utilizar la pintura en los muros generales y aplicar un empapelado de alto diseño en una única pared principal. Así se logra generar un foco visual y un ambiente con gran personalidad, optimizando de manera inteligente la inversión.
Fuente: Silvina Vitale
