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CUÁL ES LA INVERSIÓN INMOBILIARIA MUCHO MÁS RENTABLE Y RÁPIDA QUE COMPRAR DE POZO
MIENTRAS UNA OBRA NUEVA PUEDE TARDAR 3 AÑOS, ESTA OPCIÓN DEVUELVE HASTA UN 40% ANUALIZADO EN MENOS DE 12 MESES Y CON MENOS RIESGO, EN ZONAS TOP DE CABA
Incluso en barrios con excelente ubicación y alta demanda, Buenos Aires concentra una cantidad significativa de inmuebles en desuso o con bajo rendimiento, como las emplazadas en Palermo, Colegiales, Villa Crespo o Chacarita; PH con superficie ociosa o potencial de ampliación, edificios con problemas de mantenimiento y oficinas vacías que pueden reconvertirse en departamentos para alquiler temporario o unidades multifunción. Ante este escenario, el redesarrollo comienza a posicionarse como una estrategia clave en el mercado inmobiliario.
A diferencia del tradicional “flipping”, centrado en intervenciones puntuales sobre unidades individuales, esta modalidad busca revalorizar activos existentes sin necesidad de construir desde cero. Según el consultor y desarrollador inmobiliario Juan Pablo Pinelli, “esto no solo representa un beneficio económico para los inversores, sino también un impacto directo en el entorno urbano”.
La intervención sobre estas construcciones no solo les devuelve funcionalidad, sino que también mejora de forma sustancial la calidad del espacio público y eleva el valor del entorno inmediato. El impacto se amplifica cuando se trata de emprendimientos de gran escala, como el Edificio Del Plata, adquirido por la desarrolladora IRSA al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Esta zona emblemática del centro porteño, que actualmente muestra signos de deterioro, espera recuperar su dinamismo con nuevos espacios de oficinas, bares, cafés y propuestas culturales, convirtiéndose en un nuevo polo de atracción para la ciudad.
REDESARROLLO INMOBILIARIO: QUÉ ES Y POR QUÉ CONVIENE A INVERSORES Y COMPRADORES
En muchos casos, el redesarrollo actúa como una estrategia inmobiliaria con menor riesgo para revalorizar una propiedad y ganar rentabilidad, partiendo de un activo tangible que ya tiene ubicación, servicios y estructura. Ezequiel Mercado, CEO de Merva, explica que “se interviene de manera estratégica para adaptarlo a nuevas necesidades, lo cual implica menos incertidumbre que un pozo tradicional, donde dependés del costo futuro, la inflación y los tiempos burocráticos”.
Este modelo permite obtener rentabilidades del 30% al 50% en dólares, e incluso más si se combina con estrategias de venta por unidad o renta temporaria, clarifica Mercado. A diferencia de una obra nueva, que en la Ciudad de Buenos Aires puede demorar alrededor de tres años, los proyectos de redesarrollo tienen plazos significativamente más breves.
El proceso completo, que incluye desde la escritura de la propiedad hasta la preventa y renovación de las unidades, puede durar alrededor de tres meses. Luego se suman otros tres o cuatro meses para la entrega definitiva de las escrituras. En un país como Argentina, que ha atravesado 9 crisis económicas en los últimos 25 años, los proyectos con períodos de inversión más cortos son clave para los desarrolladores e inversores.
Este tiempo es considerablemente más corto porque no requiere la aprobación de planos de obra tradicionales, sino solo el trámite de subdivisión, lo que agiliza tareas administrativas y la entrega al comprador, limitando la exposición a la volatilidad económica y cambios abruptos del mercado.
¿COMPRAR DE POZO O UNIDAD EN REDESARROLLO? EL IMPACTO EN LA RENTABILIDAD
Frente a las inversiones tradicionales desde el pozo, el redesarrollo ofrece una alternativa más dinámica y con mejor ecuación riesgo-retorno. Con plazos de entre 6 y 12 meses —frente a los 24 a 36 de una obra nueva—, este modelo permite obtener rentabilidades del 30% al 50% en dólares, e incluso más si se combina con estrategias de venta por unidad o renta temporaria.
Un inversor que acompaña a un desarrollador puede adquirir una unidad lista para su uso, con un descuento cercano al 25%, en menos de un año. Esto genera retornos anualizados que pueden alcanzar entre el 35 y el 40%, indica Pinelli. Aunque las obras desde cero pueden prometer retornos más altos en términos brutos, el redesarrollo ajusta mejor en función del riesgo, el tiempo y la liquidez.
Ejemplos concretos de ello se pueden ver en barrios como Colegiales, donde la reconversión de una casa antigua en dos unidades premium con terraza y parrilla demandó una inversión total de u$s180.000, con una rentabilidad proyectada del 43% en 12 meses. En Villa Crespo, un PH de tres plantas fue transformado en tres unidades tipo coliving, con una inversión desde u$s60.000 y un retorno estimado de entre 10% y 12% anual en dólares, más la valorización del activo.
Para los especialistas consultados, el mercado ya empezó a entender que no se trata solo de una alternativa: tiene lógica urbana, económica y financiera. A medida que los proyectos tradicionales enfrenten costos crecientes y menor demanda, el redesarrollo va a crecer con fuerza, sobre todo en ciudades con mucho stock inmobiliario desaprovechado.
Fuente: La Voz Inmobiliaria
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